Pues en Uruguay aunque cueste creerlo. Y es que Suiza no siempre fue el país pujante que es hoy. Los amantes de los libros de aventuras tuvimos presente las peripecias de los Robinsones Suizos, símbolo de aquellos habitantes helvéticos que tuvieron que coger el petate y buscarse la vida allende sus fronteras.
Y del grupo que recaló en el Uruguay de 1868, uno de los más listos de la clase era Teófilo Karlen, que poniendo en valor su condición de quesero experimentó con la leche de las vacas locales. Siendo así que descubrió como estos animales tenían un porcentaje de materia grasa en su leche superior a sus homólogos alpinos.
Ahora, y no es casualidad, Uruguay es el mayor exportador latinoamericano de quesos, con una calidad reconocida. Como bien quedó recogido en El Tomoscopio de Mimbre.