En la localidad marroquí de Fez se asienta un barrio, con más de un milenio de Historia, que desde sus inicios fue lugar de residencia y comercio de la comunidad judía. Bajo mandato de Abd al-Rahman III y de su mano derecha política Hasday Ben Saprut, se potenció aún más su papel como lugar de paso del oro proveniente de los países subsaharianos hacia la península ibérica.
Tanto que se habla hoy en día de emprendedores, El Tomoscopio de Mimbre hace un homenaje a este singular barrio a través de la figura de Fernando Tolón Ortolachipe. El único no judío que montó su tienda de telas y confección en dicho barrio y cuya vida, condicionada por la guerra civil española y la segunda mundial, deparó alguna que otra aventura que se recoge en el libro.