La nobleza de la pelota: «todo un marqués»

Al igual que sucediera con los hermanos Wessling, mis primos, se hizo entrega de un nuevo ejemplar de cortesía en la persona de Antón Areitio, como aparece en la foto de la izquierda. Su aparición en un par de episodios de la novela lo han hecho acreedor a esta distinción.

Y fue en Barcelona, con motivo de la asamblea anual de la Pilotarien Batzarra 2014, cuando finalmente se ha producido el encuentro de éste y el autor de El Tomoscopio de Mimbre que ha permitido a este último devolver algo de la cortesía que el señor Areitio tuviera con él en 1986.

Hay que recordar que después de ganar tres campeonatos de España en su modalidad de aficionados, puso un broche  dorado a su carrera en el mundo de la pelota siendo el máximo responsable de organización de aquel inolvidable mundial en Vitoria, del cual el autor tuvo la oportunidad de ver todos los partidos que pudo gracias a un pase que amablemente le hizo llegar en su día.

Para completar el cuadro de campeones, les presento un pedazo de la historia viva de la cesta-punta: «Cachín» Uriarte, «Chino» Bengoa y Guisasola. Un honor poder compartir ese rato con ustedes.