Menos mal que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se ha remangado y ha metido mano a un asunto que sigue clamando al cielo en determinados países de Europa: la desigualdad de trato impositivo que tiene el libro tradicional frente al publicado en formato electrónico.
Y es una pena porque esa parte cobrada de más, en el caso de El Tomoscopio de Mimbre, podría ir a engrosar la cantidad donada a CEAFA (Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer) que es la entidad que recibe los beneficios de la distribución de esta novela.
Se podría escribir mucho al respecto pero dado que he encontrado este artículo que lo cuenta perfectamente, lo dejo para lectura de los interesados.