La economía del Bien Común

er

¡Al paso que vamos, no nos va quedando otra!

No es la primera alusión que se hace en este blog a las prácticas, poco edificantes y devastadoras socialmente, que proliferan en la economía del mundo actual. En una entrada de hace unas semanas se hacía alusión al economista Paco Álvarez que, al margen de aportar su crítica visión sobre los males que azotan a nuestra economía (el lema de su blog es «La crisis está en los genes del modelo económico vigente») fomenta un concepto que, aunque lentamente, va arraigando en muchas cabezas pensantes y en no pocas emprendedoras.

Se trata de la conocida como Economía del Bien Común, teoría propuesta por el austríaco Christian Felber que basada en la actividad que generan tanto empresas privadas como la iniciativa individual, se diferencia de los modelos tradicionales en que las empresas adquieren conciencia de que no se trata de competir entre ellas buscando únicamente obtener el máximo beneficio económico, sino de cooperar persiguiendo el mayor bien común para la sociedad en su conjunto.

Dejo aquí este trailer de un film que se está rodando en la actualidad a este respecto:

La economía, así no.

Otra economía es urgente

¡Y lo mejor de todo es que hay alternativas!

En una entrada anterior titulada La inmortalidad de un trader se hizo mención a un vídeo matador en el que la «ex-economista» Florence Noiville, ahora metida a periodista, pedía casi disculpas en su último libro editado por la labor realizada por los economistas en las últimas décadas y proclamaba un cambio de rumbo sobre lo que se estaba enseñando en las escuelas de negocios con la frase «hace falta más ética en las aulas».

Lo que a todas luces parecía un grito en medio del desierto parecía haber arraigado anteriormente en algunas conciencias aunque sin ese eco mediático necesario. Las menos esperadas, y ahora voceadas, provenían de una universidad como la prestigiosa norteamericana de Harvard en la que un grupo de estudiantes, hartos de ser adiestrados en una visión única de la realidad económica, se plantó y redactó un manifiesto dirigido a su profesor, Greg Mankiw, a la sazón asesor económico del presidente Bush. Éste comenzaba diciendo:

Como estudiantes de Harvard, nos matriculamos en el curso ‘Economía 10’ con la esperanza de obtener unos conocimientos amplios sobre la teoría económica que nos sirviesen para potenciar nuestras propias ideas (…) nos encontramos con un curso que expone una visión específica y limitada de la economía que, en nuestra opinión, favorece la desigualdad en nuestra sociedad. (…) Si se fracasa en la labor de dotar a los estudiantes con unos conocimientos amplios y críticos, es probable que sus acciones dañen el sistema financiero mundial. Los últimos 5 años de tumultos económicos son prueba de ello”.

El Tomoscopio de Mimbre, superada ya la tan manida expresión de que «otra economía es posible» aboga directamente por otra: otra economía es urgente.