¿Seguridad en la Red? Yo no diría tanto.

hackervscracker

¡La Red: un territorio cada vez más inhóspito!

Una de las sensaciones que se desprende de la lectura de El Tomoscopio de Mimbre es la vulnerabilidad que muestran muchos de los ordenadores del mundo conectados a Internet. Las ciberperipecias del coprotagonista de la novela, Pau Fortell, que a primera vista pueden parecer de ciencia-ficción, se quedan en pañales cuando al indagar en este tema tiene uno noticias sobre la industria, y subrayo industria, que hay montada alrededor de conseguir información y emplearla para fines poco edificantes.

Hasta hace un tiempo el ranking de destacados en estos asuntos estaba liderado por colectivos rusos y chinos. Los primeros, de carácter privado con la anuencia de las autoridades (amigos, que siempre nos vendrá bien), con objetivos mayormente económicos y de acoso a los vecinos menos afines. Los segundos, también privados pero al modo chino: «yo te marco los objetivos y a partir de ahí tú verás cómo los consigues». Eso sí, estos últimos son más de espiar secretos industriales innovadores y controlar a los nativos que tratan de saltarse las barreras impuestas por las autoridades.

Sí, señores; y tiene varios nombres: ciberdelincuencia, cibercrimen, ciberespionaje,…, todos los que ustedes quieran. Por eso es cada vez más importante que el ciudadano de a pie tome conciencia de la huella que su paso por Internet deja en más ordenadores de los que uno pueda pensar. Punto de partida para entonces comenzar a dotar el ordenador utilizado habitualmente de las herramientas existentes para salvaguardar al máximo tanto su identidad digital como los datos que genera. Aunque al final la mejor herramienta que se ha diseñado hasta hoy es el sentido común informado. De ustedes depende.