Es cierto que este no fue un frontón de los considerados «primera línea». Pero hay que reconocer que durante casi veinte años (1933-1950), el Jai Alai Stadium de Bruselas ofreció buenas tardes de espectáculo, con la cesta-punta como gran atractivo.
Y fue de la mano de nombres como el bilbaino Arnedillo Menor, los Arostegui (uno de Ondarroa, otro de Villabona) y el markinarra Martín Iriondo que esas veladas adquirían la categoría de mágicas en no pocas ocasiones.
El Tomoscopio de Mimbre no dejó, una vez más, pasar la ocasión de rescatar del pasado momentos gloriosos de este excepcional deporte.