Siempre que se habla de La Catedral, inmediatamente nos viene a la memoria el estadio de San Mamés en Bilbao. Pero no todo es fútbol en esta vida. La pelota vasca tiene también sus templos.
La «otra» Catedral, que tiene su ubicación en la localidad guipuzcoana de Eibar, es el frontón Astelena inaugurado, cómo no, un 24 de junio (como el otro día, ¡Felices San Juanes!) de 1904 en formato descubierto. Al poco tiempo se procedió a su cubrimiento y desde entonces, salvo por la guerra civil o su cierre por dos años en 2005, acogió grandes festivales de pelota a mano.
Este Astelena, en euskera lunes, recibe ese nombre por una curiosa escaqueada que se producía a mitad de jornada en las fábricas y talleres cuando se corría la voz de la celebración de algún partido de pelota en el frontón de la localidad.
Fue muy emocionante la primera vez que entré en él acompañado de mi abuelo, el pelotari Joaquín Gimeno Quintana, en 1981, y por eso aparece recogido en El Tomoscopio de Mimbre como homenaje a éste.
Les dejo con un curioso vídeo filmado en las instalaciones de este frontón, recientemente aggiornado, con motivo de un concierto de Rosendo en 2011.