No es la primera vez que en El Tomoscopio de Mimbre se habla de las filtraciones que Edward Snowden realizó hace ya año y medio, descorriendo el velo que sólo permitía la sospecha de lo que acabó revelándose como el mayor caso de espionaje ilegal llevado a cabo por un gobierno, a propios y a extraños bajo la excusa de «lo malamente que está el mundo».
Esto originó un libro escrito por Glenn Greenwald, el periodista de The Guardian al que confió dichas revelaciones. Lo que se supo posteriormente es que había alguna persona más al tanto de aquello. Ni más ni menos que la cineasta Laura Poitras, que decidió involucrarse en esta historia realizando un documental sobre este golpe a la impunidad de la que gozaba la NSA. Fruto de ello es el próximo estreno (aún sin fecha, pero ahí tienen el tráiler) de «CITIZEN FOUR» para el público español.
Últimamente parece proliferar esta cultura de no permitir que los gobiernos, supuestamente democráticos, gestionen dichas democracias a puerta cerrada. Iniciativas como la de FILTRA.LA o Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), están abriendo esas puertas que hacen que el aire empiece a correr por aquellas habitaciones de nuestras democracias que sufren el peligro de pudrirse.