Un protagonista de lujo en esta aventura es la ciudad marroquí de Tánger; el lugar en que nací, aunque eso es lo de menos.
Educó mi memoria en los azules de su playa y mis emociones a la orilla de un Mediterráneo que empieza a diluirse en el Atlántico.
Un lugar en el que una realidad tuvo el capricho de convertirse en sueño. En un sueño colectivo del que cada cual, musulmán, judío, indio, cristiano y no alineado, sigue alimentando su alma.