La cesta punta tiene una colección abultada de aventureros entre sus filas que diseminaron por el mundo la afición por este deporte. Aunque es cierto que no demasiados entraron en el Olimpo de los más grandes.
Esta entrada está dedicada a uno de los verdaderamente laureados: Félix Areitio, apodado Ermua. Este puntista dió tardes excepcionales de juego principalmente en Cuba y Florida allá por los años 40 del siglo XX, tiempos de fama, dinero y chicas esperando en las puertas de los frontones.
En la foto se le puede ver con Ernest Hemingway, gran aficionado a la cesta punta como ya se ha comentado en alguna entrada anterior, cuya amistad le llevó a formar parte de su círculo más cercano desde la época de Finca Vigía (casa del literato en La Habana).
Hola Alex, Feliz regreso.