Economía de casinos: «casinada» al aparato

Dado

¿Hagan juego? ¡Con mi futuro, no!

Decía Paul Samuelson, primer economista norteamericano ganador de un Nobel en Economía: «una inversión debe ser más como esperar que la pintura se seque o que la hierba crezca. Si quieres emoción, coge 800 dólares y vete a Las Vegas».

Todos hemos escuchado eso de que los políticos, cuando dejan de pisar la calle, acaban tomando decisiones poco enfocadas al bienestar general. ¿Qué decir entonces de esos escuadrones de financieros cuyos objetivos se limitan a «arreglar» números en una pantalla de ordenador en pos de algún beneficio particular? Cuando coincide que esos movimientos de números, que tienen mucho de apuesta, acaban llevándose por delante los trabajos de mucha gente cuando no las condiciones de los que los mantienen, entonces hay mucho que alegar.

El escritor Jack London, en tiempos de la fiebre del oro norteamericana, ya apuntaba el devenir de aquellos polvos en este poema y como queda constancia en El Tomoscopio de Mimbre:

Sólo esto, de todo, quedará.
Arrojaron los dados, y vivieron.
Parte de lo que juegan, ganarán
Pero el oro del dado lo perdieron.

Un pensamiento en “Economía de casinos: «casinada» al aparato

  1. Pingback: Kerviel o qué pasa si salen mal las cosas | El Tomoscopio de Mimbre

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.