Un tomoscopio, sí. Hace ya unos años, visitando una feria de artesanía en Sevilla, mi chica tuvo a bien regalarme el artilugio que puede verse en la foto. La persona que los vendía nos aclaró que, a diferencia de un caleidoscopio, un tomoscopio geometrizaba la imagen del exterior que recogía la lente.
Es muy curioso comprobar cómo la imagen adquiere mil formas diferentes según se gire el artilugio o se acerque a los objetos a los que apunta.